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PACTO

Resumen de prensa 22-02-10 EL DEBATE DEL PACTO EDUCATIVO/6 PEDRO RASCÓN Presidente de Ceapa "En muchos institutos aún se enseña como en el siglo XIX"EL PAÍS - J. A. AUNIÓN - Madrid - 20/02/2010 Pedro Rascón El presidente de la asociación laica de padres de alumnos, mayoritaria en la escuela pública, apuesta por un acuerdo que modernice la educación, pero no por una reforma profunda. El presidente de Ceapa, Pedro Rascón (Orense, 1956), está a favor de alcanzar un acuerdo social y político por la educación, pero se define como "pactoescéptico". Hace unos días, Ceapa, mayoritaria en la escuela pública, se quejó junto a otros grupos de izquierda (IU, el sindicato Stes, Sindicato de Estudiantes o Europa Laica, entre otros) del poco caso que se les estaba haciendo en la negociación del pacto educativo, centrada, según ellos, en las conversaciones con el PP. El Ministerio de Educación contestó que se han reunido con todos ellos y que tienen en cuenta también sus aportaciones. Rascón es partidario de la flexibilidad que propone el Gobierno, con caminos de ida y vuelta entre la ESO, la FP y el bachillerato. Aunque cree que hay que modernizar el sistema y solucionar la gran tasa de fracaso escolar, niega rotundamente que la educación española sea un desastre. Pregunta. ¿Habrá pacto?Respuesta. Pues va a depender mucho de lo que estemos dispuestos, no a ceder, sino a no incluir en la negociación. Está claro que si hablamos de principios, ninguno va a querer ceder; hay dos asociaciones de padres porque hay principios distintos. Podemos estar dispuestos a aparcar algunos de ellos. P. ¿Es necesario reformar el sistema?R. Creo que hay que hacerle ajustes, pero no soy partidario de hacer una nueva ley. Quizá hay que modernizar el sistema, pero creo que el marco sirve. P. ¿Cuál es el problema de la secundaria?R. En muchos institutos, la secundaria se sigue dando como en el siglo XIX, con un profesor que suelta el rollo y dice: "Pasado mañana, examen". El informe Pisa [que evalúa a alumnos de medio centenar de países del mundo] nos dice que nuestros estudiantes fallan a la hora de aplicar los conocimientos, y adquieren muchos conocimientos. Lo que dice la ley es que se deben enseñar competencias, pero luego los currículos de algunas comunidades se hacen con el espíritu anterior. Y a veces no es que legislen cosas distintas, es que son diametralmente opuestas. Algunos se quejan de que en este país hay 17 sistemas educativos diferentes, y son precisamente ellos los que ahondan en esas diferencias. P. ¿Estarían dispuestos a dejar fuera del debate algunas cosas para conseguir un pacto? Por ejemplo, lo relacionado con la religión.R. Nosotros estamos a favor de una educación laica, y de que la asignatura de religión salga del horario lectivo, y de que los símbolos religiosos desaparezcan de los espacios públicos, empezando por los centros escolares. Pero también queremos que pueda haber un acuerdo, porque la sociedad lo reclama. Así, seguiremos apostando porque la religión esté fuera, pero seguramente en este momento, si no habláramos de ello en el pacto, no pasaría nada. P. ¿Con qué asuntos sí pasaría algo?R. Con la libertad de elección de centros. Yo respeto que cada madre y cada padre lleve a sus hijos donde quiera, pero no todos los centros privados se tienen que pagar con fondos públicos. La escuela pública es la que tiene que vertebrar el conjunto y, donde haga falta el concierto [subvención a colegios privados], que se concierte, pero no a todo el que lo solicite. Así que, libertad de elección, sí; que la tengamos que pagar todos, no. ------Posición de CEAPA ante el documento "Propuestas para un Pacto Social y Político por la Educación"http://www.ceapa.es/files/documentos/File00100.pdf-------------------- ENTREVISTA: EL DEBATE DEL PACTO EDUCATIVO / 7 JOSÉ CASTAÑO Profesor de Primaria de 92 años "No creo que los niños de ahora sean peores que los de antes" EL PAÍS - CARLOS GARRIDO - Murcia - 21/02/2010 José Castaño, en el colegio público de Murcia que lleva su nombre, y en el que sigue trabajando con 92 años.- MARCIAL GUILLÉN José Castaño tiene una perspectiva única de la educación. Represaliado tras la Guerra Civil, recuperó su plaza de docente en 1975. Hoy, con 92 años, y sin cobrar, sigue dando clase. A punto de celebrar su 93 cumpleaños, José Castaño acude cada mañana a dar clase al colegio público de Murcia que lleva su nombre. Sin cobrar, por puro placer. Este profesor de ojos mitad verdes y mitad azules que miran sin necesidad de gafas, de sonrisa tímida y constante, fue represaliado por el franquismo durante 36 años eternos. "Trabajé como cobrador de morosos, como comercial en la American Radio o como empresario en una cantera de piedra", cuenta. La Guerra Civil, su paso por la cárcel y su condición de rojo le impidieron incorporarse como docente hasta meses antes de que Franco muriese en 1975. Entonces, a los 58 años, tuvo que terminar el curso de prácticas y jurar lealtad a los principios del Movimiento. Tras el mal trago, por fin pisó un colegio como maestro de Lengua. Su actividad es hoy mucho más tranquila. Organiza trabajos monográficos, da clases de apoyo a los alumnos más atrasados y echa una mano en secretaría con el papeleo. "¿Recuperar la tarima para elevar la autoridad? Eso son estupideces" El viejo profesor aprovecha a diario los recreos para salir a tomar un café. Café solo y corto que no puede beber sin fumarse un cigarrillo. Entre sorbos cortos y largas caladas dice que mira con esperanza el pacto por la educación que el ministro Ángel Gabilondo intenta consensuar con todas las fuerzas políticas y sociales. "Creo que es una buena idea porque el sistema educativo no puede cambiar constantemente en función del partido que esté en el poder. Es fundamental que eliminemos el matiz ideológico de las aulas. Deberíamos mirar el modelo francés, donde estas decisiones no las toman políticos, sino funcionarios especializados y capacitados para crear un modelo que funcione y se prolongue en el tiempo sin lastres dogmáticos". Castaño habla con la perspectiva de un hombre que ha vivido a pie de aula la evolución de la educación en España de los últimos 35 años. Y un hombre que, todavía antes, fue apartado de la enseñanza, precisamente, por razones ideológicas. El 1 de mayo de 1939, cuando dos falangistas le detuvieron y condenaron a 30 años de prisión. "Luché con el ejército republicano en el frente de Teruel durante un año. Había militado en el Partido Radical Socialista y en Unión Republicana". Primero estuvo en la cárcel de Murcia, con capacidad para unos 200 reclusos, pero donde se hacinaban unos 2.000 presos políticos. "Durante las primeras semanas tuve que compartir plato y colchón con otros tres compañeros", recuerda. A los pocos meses le trasladaron a la prisión de Totana (Murcia), donde completó su periplo carcelario de dos años y medio. "Allí terminé enseñando a alumnos analfabetos y organizando un curso de geografía". El profesor, pese a todo, cree hoy que su paso por prisión le enriqueció como persona "por las experiencias acumuladas". Castaño tuvo suerte con la reducción de condena y quedó libre. Pero ya no pudo incorporarse al cuerpo de maestros hasta 36 años después. Hoy, echa un vistazo a su alrededor y no le parece razonable, por ejemplo, la polémica sobre la necesidad de reforzar la autoridad de los maestros. "He oído que pretenden recuperar la tarima para elevar la autoridad del maestro. Eso son estupideces. No creo que los niños de ahora sean peores que los de las generaciones anteriores. El problema es que no recordamos cuando nosotros éramos chiquillos. Nunca se comportarán como un adulto. Si intentas imponerles algo lo rechazarán. Se debe razonar con ellos con cariño y paciencia. Ése es el único camino para que aprendan y respeten a los docentes". Tampoco cree que los maestros reciban en la actualidad la formación adecuada. "Dominan perfectamente las materias, pero desconocen cómo deben impartirlas en el aula porque sus periodos de prácticas son mínimos. Y de ahí derivan la mayoría de trabas con los alumnos. Los maestros deben ser capaces de convencer a los niños de que están en lo cierto argumentando. Es así como se alcanza una autoridad moral sobre los niños, que no son tontos, y lo palpan enseguida". El maestro mira atrás y se queja: "Destruyeron a la mejor generación de profesores que ha tenido jamás este país, la que se formó con el Plan Profesional de la II República, aquella a la que enseñaron a enseñar". Recuerda que la depuración que el régimen hizo del cuerpo de magisterio fue "terrible y a conciencia". Los que habían cursado sus estudios durante la guerra tuvieron que repetirlos. "Y al resto, ni nos dejaron incorporarnos. Eso sí, como les hacían falta profesores, le dieron el título a muchos afectos al régimen que no habían pisado un aula en su vida", lamenta. Cuando Castaño alcanzó por fin su plaza en 1975, sólo le faltaban nueve años para la jubilación. Cuando ésta llegó, solicitó seguir trabajando y, desde 1999, bajo la figura legal de Voluntarios para la Educación. "Y hasta hoy". En 2007 recibió la medalla de oro al mérito en el trabajo. "Yo me considero más que pagado por poder seguir viniendo a dar clase. Lo haré mientras el cuerpo y las facultades me lo permitan". ENTREVISTA: EL DEBATE DEL PACTO EDUCATIVO / 8 - LUCÍA FIGAR Consejera de Educación de Madrid "Habrá pacto si hay consenso en el mérito, el esfuerzo y la autoridad" Lucía Figar, consejera de Educación de Madrid.- LUIS SEVILLANO EL PAÍS - PILAR ÁLVAREZ - Madrid - 22/02/2010 Las comunidades tienen en sus manos, en buena medida, la suerte del acuerdo. Madrid es un bastión del PP. Las comunidades autónomas tienen un papel crucial en el pacto educativo que negocia el Gobierno; de ellas depende la inmensa mayoría del gasto en enseñanza y la puesta en marcha real de cualquier política o medida. El documento de 104 medidas del Ministerio de Educación para empezar a concretar el pacto se presentó a las comunidades a finales de enero, y el siguiente texto se les presenta esta semana. "Unificar la enseñanza hasta los 16 no es equidad, es igualitarismo""No veo mal dar incentivos a los centros si hay una financiación básica" En ese contexto, Madrid se alza como un bastión del PP. Su ley de autoridad del profesor, pendiente de aprobación, inspira parte de la propuesta popular para el pacto. Madrid defiende y aplica la libertad de elección de centros a la que el PP no está dispuesto a renunciar. Lucía Figar (Madrid, 1975) lleva tres años al frente de la Consejería de Educación madrileña. Pregunta. ¿Saldrá adelante el pacto?Respuesta. El documento del ministerio es desalentador, muy continuista con el modelo educativo en vigor durante 25 años. No se advierten reformas en profundidad. Pediría al ministerio que fuera más ambicioso y reformista en próximos borradores. P. ¿Qué partes son irrenunciables?R. Le respondo al revés. No vamos a firmar un documento y a hacernos la foto para que no cambie nada. De alguna manera, se pide al PP que vote la LOE [Ley Orgánica de Educación] cuatro años después. Proponemos tres principios esenciales que se pueden articular de muchas maneras: mejorar la calidad de la educación con los principios del mérito, el esfuerzo y la autoridad del profesor; la libertad de elección de las familias y fortalecer enseñanzas comunes para lograr igualdad de oportunidades. Si hay consenso en eso, habrá fácilmente acuerdo. P. ¿Podría quedar fuera la enseñanza del castellano?R. Cuando se busca un pacto de Estado con mayúsculas, hay que resolver precisamente los temas polémicos, los que nos distancian. Mariano Rajoy ya ha anunciado que lo primero que hará si es presidente del Gobierno es reforzar la enseñanza en castellano en toda España. Dejar fuera un principio defendido por el PP en todo el país hace difícil el pacto. Otra cosa es buscar acuerdos parciales en asuntos en los que estamos menos distanciados. Fue la LOE la que estableció un mínimo de tres horas de castellano a la semana y luego la ley catalana de educación lo dejó en dos. Un Gobierno socialista de Cataluña hizo una normativa en contra de la ley nacional de su partido. El propio PSOE tampoco tiene clara en su seno esta cuestión. P. ¿En qué materias puede haber acuerdos parciales?R. Hay un aspecto en el que sí se puede advertir una voluntad de rectificación por parte del Gobierno: las reformas necesarias en el ámbito de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO). Si la secundaria es una carretera, el punto negro está en 3º de la ESO. Ha habido un empeño histórico en unificar totalmente las enseñanzas hasta los 16. No hablo de la obligatoriedad, que defiendo, pero unificar las enseñanzas hasta los 16 años de manera uniforme y rígida en pos de una pretendida equidad, no es equidad, es igualitarismo, un pariente del fracaso escolar. P. ¿Cómo resolver el fracaso?R. Hay que trabajar desde primaria. Pero el verdadero punto negro es la secundaria. En muchos centros de secundaria e institutos no existe ni siquiera el clima propicio para dar las clases. ¿Cómo vamos a plantear mejorar la calidad y el rendimiento cuando muchos profesores gastan un tercio del tiempo de clase en mandar callar o la mitad en conseguir orden? Esto es lo que hemos querido arreglar con la ley de autoridad del profesor. P. Madrid ha reducido este año un 6% el presupuesto en formación profesional, miles de alumnos han quedado en lista de espera. ¿Cómo se puede mejorar la FP bajando los presupuestos? R. Los presupuestos de las comunidades y la mayor parte de las administraciones educativas han bajado por la crisis. Madrid ha hecho un esfuerzo por prestigiar la FP. Es cierto que antes de verano hubo alumnos que quedaron sin la primera opción, pero se corrigió en septiembre. Está bien poner más recursos para prestigiar la FP. Eso es competencia de las comunidades, pero se necesitan cambios normativos que esperamos que estén en el acuerdo. P. La partida para FP ha bajado más que el presupuesto global de su consejería. ¿Eso no supone una falta de apuesta?R. Una cosa son los medios y otra los objetivos que se persigan. Lo importante es si las titulaciones han perdido calidad y cuánta gente se ha quedado sin plaza. Hemos hecho un esfuerzo por mejorar titulaciones y abrir centros. P. Los socialistas les acusan de intentar más privatización tras la libertad de enseñanza.R. La privatización vale para todo. Vale para el Plan Bolonia, para la ley catalana de educación, para la gestión indirecta... Cuando nos acusan de privatizar en Madrid se refieren a la escuela concertada. Defendemos la libertad de elección y eso implica adecuar la oferta a las preferencias de las familias. En esta legislatura hemos abierto 160 centros públicos y 24 concertados. Es un porcentaje bastante equilibrado. P. ¿Financiará los centros en función de los resultados?R. No es algo en lo que trabaje la consejería actualmente, aunque sí una propuesta del PP en el pacto. No me parece mal que haya sistemas de incentivos, siempre que esté garantizada una financiación básica para que los centros funcionen. Hablo de incentivos para programas de convivencia o de mejora de calidad. Podrían darse en función de los resultados académicos o de un plan de objetivos consensuado entre los centros y la Administración. P. ¿Educación para la Ciudadanía puede quedar fuera?R. El PP ha dejado muy claros los temas que considera imprescindibles. Sobre esos principios se puede hablar de propuestas concretas. El PP renuncia a eliminar la asignatura, se pide que se transforme en filosofía en Bachillerato y un cambio de contenidos que evite riesgo de adoctrinamiento. P. ¿Puede quedar fuera entonces?R. Hay reformas imprescindibles y otras que no lo son. Las enseñanzas han de conectar con la vida e intereses de los alumnosEscolares sin motivación LA VANGUARDIA - MAYTE RIUS - 20/02/2010 Si los niños son curiosos por naturaleza, ¿por qué muchos se pasan el día diciendo que aprender es aburrido? ¿Qué pasa en su cole? ¿Por qué tenemos la sensación de que muchas escuelas no motivan? La desmotivación de los alumnos, su falta de interés por aprender, es objeto continuo de debate y reproches entre la comunidad educativa. Para algunos progenitores, la falta de motivación de los estudiantes es culpa de la escuela, que no se ha adaptado a los cambios sociales, y de los profesores, que se han quedado obsoletos, están deprimidos o estresados y no tienen autoridad. Para algunos profesores, los responsables son los padres porque no inculcan cultura del esfuerzo a sus vástagos y estos rechazan cualquier actividad que no les divierta o que exija esfuerzo. En uno y otro bando, y en otros ámbitos relacionados con la educación, hay quienes consideran que esto de la motivación es una falacia, porque los alumnos llegan a la escuela o al instituto queriendo que se les entretenga, como si fuera un circo, "y eso es engañarles, porque la escolarización es una obligación, aprender requiere esfuerzo, nadie puede hacerlo en lugar del alumno y éste es el único responsable de su fracaso", dicen. Hay, por tanto, versiones para todos los gustos. Pero, después de escuchar a psicólogos, pedagogos, maestros, estudiantes y padres reflexionar sobre el tema, parece claro que la motivación sí es importante para el éxito educativo, y que lo que ocurre en la escuela –y en cada aula concreta– año tras año tiene una influencia directa y determinante en la capacidad o incapacidad de los alumnos para la motivación y el esfuerzo. De ahí que, sin menospreciar la complejidad del tema ni esconder que hay muchos otros factores que influyen, como la familia, los cambios sociales, la tecnología o los siempre criticados medios de comunicación, hayamos puesto el foco de atención en qué pasa en las aulas para que muchos escolares se aburran y no consideren útil la escuela ni el esfuerzo de aprender.
Y en ese ámbito, los especialistas consultados coinciden –aunque con diferentes intensidades y matices– en que hay problemas de adaptación, de contenidos, de métodos, de estrategias e incluso de compromiso por parte de los profesores y también de las familias. "Muchos alumnos, aun sin ser plenamente conscientes, se desmotivan por falta de estímulos suficientes en el aula; en las programaciones no siempre se tienen en cuenta sus intereses, y el proceso educativo sigue más centrado en la enseñanza y el profesorado que en el aprendizaje y en el alumnado", opina Valentín Martínez-Otero, psicólogo, pedagogo y profesor en la facultad de Educación de la Universidad Complutense.
Pedro Rascón, presidente de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Ceapa), cree que el problema estriba en que la sociedad ha cambiado mucho en los últimos años y esos cambios no se han trasladado a la escuela. Coincide con él Rafael Feito, profesor de Sociología de la Educación de la Universidad Complutense de Madrid: "La escuela es una institución moderna, pero la sociedad ya es posmoderna; la escuela era una institución con un papel trascendental que llevaba el conocimiento a gentes y lugares que no tenían acceso a él, y ahora su relevancia es menor, porque los niños y niñas llegan a la escuela sabiendo ya muchas cosas, y vivir en la sociedad del conocimiento implica que hay muchas más instituciones educativas, desde Atapuerca hasta el CosmoCaixa, pasando por el ordenador o la televisión".
Y añade que todos estos cambios, sumados al de la escolarización obligatoria hasta los 16 años, han sido retos que la escuela y muchos docentes no han sabido asumir. "Cuando muchos de los actuales profesores comenzaron a trabajar, lo hacían en centros casi de élite, y ahora en esos centros se escolariza a todo el mundo; además, esos profesores que se incorporaron en la transición, que eran jóvenes y próximos a sus alumnos, que compartían con ellos la lucha por la democracia, ahora están al borde de la jubilación y a gran distancia generacional de los alumnos, y tienen un poco la sensación de que les han cambiado su contrato y condiciones de trabajo", dice Feito.
Martínez-Otero considera que la falta de motivación no es responsabilidad exclusiva del profesor o de la institución escolar (incluye entre los culpables a la televisión e internet, que han creado el "puer videns" o videoniño, acostumbrado a ver pero no a leer ni a pensar, y que ofrecen modelos de triunfo sin esfuerzo ni preparación), pero enfatiza que hay todo un sector docente instalado en el malestar, "cuando no en un estado depresivo, en un trastorno de ansiedad o en el estrés, siquiera sea por la inseguridad laboral en que se encuentran, por la sobrecarga e indefinición de tareas, por la falta de un sistema apropiado de evaluación del profesorado –cada vez más burocrático y deshumanizado–, por el desconcierto ante una legislación que no cuenta con ellos todo lo que debiera, porque se realizan demasiados experimentos pedagógicos, porque algunos padres renuncian a su labor educadora primera y principal, porque algunos escolares conocen sus derechos pero no sus deberes, porque los alumnos nacen y crecen en entornos crecientemente tecnificados muy expuestos a nuevos sabios virtuales que desplazan a los profesores en credibilidad, etcétera".
Lourdes Bazarra, profesora y formadora de profesores y equipos directivos de Arcix, cree que la sociedad exige demasiado a la escuela, más de lo que la institución y los profesores pueden hacer, y que eso ha provocado una ruptura con las familias que debe superarse. "La escuela tiene que reinventarse, pensar para qué sirve, y una de las respuestas ha de ser para que al alumno le guste aprender; porque se ha pasado de una escuela en la que el profesor era un sabio y lo que decía iba a misa, a una escuela al servicio de la sociedad, donde todo el mundo es experto en educación, y por eso muchos niños piensan que no vale la pena ir a la escuela", señala. El primer reto, en su opinión, es conseguir que la escuela seduzca, interese y provoque curiosidad. "Esto, que es excepcional, debería ser lo habitual; los alumnos deberían ir a clase pensando "a ver qué descubrimos hoy"; y eso se consigue implicándoles en su aprendizaje, porque si no, son espectadores y jueces", apunta la especialista de Arcix.
Y hay bastante unanimidad entre los especialistas consultados en que la implicación se logra conectando las enseñanzas con la vida de los niños, acercando los contenidos curriculares a sus intereses. "No es cuestión de que la clase sea un espacio circense donde el profesor tenga que hacer de todo –disfraces y tecnología incluidas– para captar la atención y motivar a sus alumnos, pero eso no implica que no haya que revisar los temarios y mirar qué necesitan a día de hoy saber los alumnos, porque el acceso a la información ya lo tienen, no necesitan más libros que la amplíen, pero sí necesitan pensamiento crítico y desarrollar las nuevas habilidades que requiere la sociedad del conocimiento", afirma Virginia García-Lago, profesora de Psicología de la Educación de la Universidad Camilo José Cela de Madrid.
"La mayor parte del conocimiento tiene fecha de caducidad y no sabemos qué conocimientos, más allá de la alfabetización fundamental, serán precisos para cuando los escolares de hoy sean adultos; la escuela sigue pensando que los conocimientos académicos tradicionales son lo más importante, pero quizá necesiten aspectos menos intelectuales, como relaciones interpersonales, comunicación, introspección, pensamiento crítico, creatividad, innovación o imaginación", remarca el sociólogo Rafael Feito. Está convencido de que la falta de motivación responde a que lo que enseña la escuela está muy alejado de la realidad de los alumnos. "Hay colegios que sí resultan motivadores porque los niños eligen qué proyecto trabajarán cada trimestre; esos alumnos se entusiasman por el conocimiento porque aprenden cosas que les interesan", asegura.
Incluso quienes como Ricard Aymerich, presidente de la Confederación Estatal de Movimientos de Renovación Pedagógica, matizan la afirmación de que la escuela no motiva –"el problema es que exige trabajo"–, admiten que el gran reto de la enseñanza y de los docentes es que el alumno perciba que lo que se le plantea en clase tiene que ver con su vida, que le interesa. "Cuando en la escuela primaba la disciplina, los chavales no se planteaban si lo que les explicaban tenía que ver con ellos, pero ahora se lo plantean y lo pueden expresar, y el gran reto es adecuar la planificación y las actividades para dar respuesta a esas inquietudes, y hacer uso de los recursos del entorno más próximo de los alumnos para conectar más con su vida", reflexiona Aymerich. En ese marco, considera indispensables la incorporación de las pantallas y del lenguaje de imágenes a la escuela, y su dominio por parte del profesorado para poder dar una formación crítica.
Pedro Rascón, el presidente de la Ceapa, piensa que para que la escuela motive hacen falta más cambios de metodología que de contenidos. "Tenemos el currículum más denso de toda la Unión Europea, y hoy día no hace falta inculcar muchos conocimientos porque gran parte de ellos los puedes adquirir en cualquier momento; el papel del profesor ha cambiado, y más que transmitir conocimientos, que son universales y accesibles, debería enseñar a discernir, a saber qué hacer con toda esa información que pulula por ahí", declara. Por ello, Rascón incide en la necesidad de mejorar la formación del profesorado, "de dotarle de capacidad y herramientas para que lo que haga en el aula resulte motivador para el alumno".
José Escaño, orientador escolar del instituto Gabriel García Márquez de Madrid y coautor de Cinco hilos para tirar de la motivación y el esfuerzo (Horsori), considera demasiado superficial vincular la motivación a las estrategias o los ardides que tienen que llevar a cabo los maestros o los padres para que el alumno trabaje. "La motivación debería tener un carácter más permanente, no depender sólo de un tema atractivo o de un extraordinario profesor; tiene más sentido plantearla como un desarrollo de capacidades en el alumno", indica. Escaño está convencido de que la motivación por el trabajo escolar no es una disposición natural, sino que se aprende y, por tanto, ha de enseñarse: "Es una actividad que supone esfuerzo intelectual, que no se le da bien a todo el mundo, y que requiere tanto enseñar buenos motivos para trabajar como soportar el esfuerzo y hacerlo eficaz". Recuerda que el currículo educativo ya establece que hay que enseñar a motivarse y a desplegar un esfuerzo eficaz, aunque no todos los docentes impartan estas enseñanzas. "Los profesores, al mismo tiempo que enseñamos una materia, deberíamos enseñar estrategias para estudiarla y aprenderla", comenta. Y propone convertir el estudio en "deberes", con un cuaderno de estudio donde el profesor pueda mandar y controlar estrategias de aprendizaje. PARTICIPACIÓN Escuelas elitistas de principios del siglo XX, la escuela pública y laica de la Segunda República, la rigidez en el franquismo, la renovación pedagógica de la transición y los numerosos cambios en el currículum escolar de los últimos años. Detrás de todos estos modelos educativos existen experiencias personales, positivas y negativas.
Para no aburrir... El educador estadounidense Horace Mann aseguraba que "el maestro que intenta enseñar sin inspirar en el alumno el deseo de aprender está tratando de forjar en un hierro frío". Y los especialistas en educación consultados apuntan una serie de cuestiones que contribuyen a alentar ese deseo.
Contenidos atractivosHay que llevar la vida real al aula y hacer ver a los alumnos la aplicación presente o futura de lo que estudian para evitar el aburrimiento. Ello exige, según muchos expertos, renovar los contenidos curriculares y adaptarlos a la nueva sociedad del conocimiento.
Actitud entusiastaPara crear un clima estimulante en clase, es imprescindible que el docente esté motivado y se entusiasme con su trabajo. Si el profesor ya espera desmotivación por parte de sus alumnos, transmitirá ese mensaje con su lenguaje no verbal y no obtendrá una respuesta positiva de ellos. Conviene evaluar periódicamente las propias estrategias para ver qué conviene mejorar.
Nuevos métodosLas nuevas tecnologías, los museos, las exposiciones, las empresas... Hay material suficientemente variado para hacer más atractivo el aprendizaje y promover la enseñanza práctica, más que teórica, pues la información está al alcance del alumno por muchas y muy distintas vías. Se puede trabajar en grupo, promover el aprendizaje por proyectos, simultanear varios aprendizajes en el aula de la mano de varios profesores, especializar aulas por materias... Se pueden combinar y adaptar las metodologías y los estilos de aprendizaje (pragmático, teórico, reflexivo, activo...) según el perfil de los alumnos de cada grupo; y fomentar la versatilidad y el dinamismo en función de las actividades que se van a realizar, recurriendo a los ejemplos de forma habitual.
Mejor comunicaciónLos profesores deben saber hablar muy bien, modular su habla con cambios de tono y ritmo, utilizar un discurso jerarquizado y coherente y un lenguaje evocador, sugerente. También hay que favorecer la conversación con los alumnos, permitir que puedan preguntar y comentar para así conocer su situación, deseos y necesidades, y conectar mejor con ellos. Esa comunicación ha de servir también para valorar éxitos y fracasos, y para crear sentimiento de grupo, de modo que el alumno sienta el apoyo del profesor y de sus compañeros.
Compromiso familiar"Dad al niño el deseo de aprender y cualquier método será bueno", decía Rosseau. Y las familias resultan decisivas a la hora de despertar ese deseo, tanto por la vía de inculcar interés por la actividad intelectual y alentar el esfuerzo, como de respaldar y enaltecer la tarea de la escuela y de los maestros.
Más mediosContar con unas buenas instalaciones para hacer de las aulas un lugar agradable o impartir algunas clases al aire libre, y disponer de los medios suficientes para poner en marcha nuevos recursos didácticos, como la fotografía, el cine, Internet o la pizarra digital, siempre estimula. Hoy entran en vigor las nuevas edades para clasificar películas Servimedia - 19/02/2010 Hoy comienza a aplicarse en España la nueva clasificación de edades para calificar la idoneidad de películas de cine y otras obras audiovisuales. Dicha regulación establece dos nuevas categorías (“especialmente recomendada para la infancia” y “no recomendada para menores de 16 años”), y mantiene las calificaciones de “apta para todos los públicos”, “no recomendada para menores de 7 años” y “no recomendada para menores de 18”. Asimismo, modifica la clasificación de “no recomendada para menores de 13 años”, rebajándola a los 12, y mantiene la categoría de “películas X”.
En declaraciones a Servimedia, las asociaciones de padres manifestaron que la adición de nuevos tramos supone una adaptación de la normativa a la realidad actual de los jóvenes. Este es precisamente el objetivo del Ministerio de Cultura, que en la redacción de este reglamento asegura haber tenido en cuenta la opinión de expertos en educación, en defensa de los consumidores e igualdad y política social, y de representantes de madres y padres.
El presidente de la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (Concapa), Luis Carbonel, apuntó que la mayor división del sector de 12 a 18 años permitirá "afinar mejor” en la elección de las películas, e incidió en “la responsabilidad de los padres respecto a la cultura audiovisual de nuestros hijos”.
En opinión del presidente de la Confederación Española de Asociaciones de Padres (Ceapa), Pedro Rascón, esta nueva clasificación “hace coincidir los grupos de edad con los cortes del sistema educativo”, lo que “parece bastante razonable”.
INDIGNACIÓN DE CONCAPA
Por otro lado, Carbonel manifestó el enfado de su organización con la decisión del director general del Instituto de la Cinematografia y de las Artes Audiovisuales (ICAA), Ignasi Guardans, de no incluir a las asociaciones de padres en la nueva Comisión de Calificación de Películas españolas. “Con ser importantes las categorías de clasificación, los criterios con que se aplican aún lo son más”, subrayó Carbonel, quien advirtió de que dichos requisitos “pueden ser interpretados de forma muy distinta al espíritu con que fueron creados”. Asimismo, acusó a Guardans de “aparentar interés por que el nuevo Comité reflejase la diversidad social”, puesto que invitó a Concapa y Ceapa a proponer sus candidatos. Sin embargo “en la Comisión calificadora no hay ningún representante de los padres”, lamentó. En su opinión, el nombramiento de los miembros del Comité “se hizo de forma parcial, poco transparente” y sin atender a criterios claros. “Los primeros interesados en la calificación de las películas somos los padres”, declaró el presidente de Concapa, asociación que afirma “sentirse burlada” y que exige su admisión en el citado Comité. ANDALUCÍA El paro baja un 25% la demanda para ir al ´cole´ en Semana Blanca LA OPINIÓN - IGNACIO A. CASTILLO - MÁLAGA – 21-02-10 Al contrario que otros años, muchos padres que han perdido su puesto laboral no necesitan llevar a sus hijos a los campamentos urbanos y se quedan en casa cuidando de ellos. Este periodo de vacaciones sigue ocasionando muchos problemas a las familias que sí trabajan Llega la Semana Blanca, tan esperada por alumnos y profesores, pero tan temida por los padres, sobre todo aquellos que trabajan y no disponen de recursos económicos para contratar a una niñera que esté al cuidado de sus hijos durante esta semana sin clases. Son, por tanto, días negros que suponen un verdadero trastorno familiar y a los que se oponen decididamente la gran mayoría de asociaciones de padres de alumnos. Sin embargo, este año, y debido a la crisis económica y al paro, muchas familias que han perdido su puesto de trabajo no necesitan llevar a sus hijos a los campamentos urbanos. Se quedan en casa y los cuidan ellos mismos. Por este motivo, la demanda de estas actividades ha caído entre un 20%, en el interior, y un 30% en la Costa.
Para estos padres en desempleo la Semana Blanca ha dejado de ser un engorro. Ya no necesitan estos servicios que no son gratis (aunque existan subvenciones de hasta el 100% en algunos casos, en función de la renta familiar). Si un niño va al aula matinal, realiza las actividades programadas y se queda a comer en el comedor, la Semana Blanca puede costar unos 70 euros. Multiplíquese esta cantidad por cada uno de los hermanos, si los hubiera. Por este motivo también ha decrecido la demanda, ya que hay padres que, aunque trabajan, por culpa de la crisis, no llevan a sus hijos al colegio en estos días y recurren a los siempre dispuestos, y también sufridos, abuelos.
Por este motivo, aunque haya en la provincia 120 centros autorizados por la Delegación de Educación para abrir sus puertas, es probable, según explica Marisol Luque, presidenta de la Fdapa (Federación Democrática de Asociaciones de Padres de Alumnos) que haya centros que suspendaN sus actividades y éstas se unifiquen en menos escuelas, eso sí, garantizando que haya al menos uno en cada barrio.
En cualquier caso, para la mayoría de las familias, estos días suponen un verdadero problema. En la Fdapa lo tienen claro y proponen su eliminación y, en su defecto, encontrar soluciones porque "no es un periodo vacacional y los padres trabajamos", recuerda Luque. Fundamentalmente están en contra de la desorganización que conlleva para las familias. En todo caso, los padres insisten en la necesidad de encontrar también alternativas que compensen las diferencias laborales de los docentes de Málaga y los del resto de Andalucía.
Las mismas jornadas. Los sindicatos dicen que trabajan exentamente los mismos días que sus compañeros en otras provincias. Es su principal arma para defender la existencia de la Semana Blanca. José Fernández, secretario general de Enseñanza de CCOO, reconoce, sin embargo, que "los centros deberían estar abiertos durante todo el año" y apuesta por la contratación de personal que se haga cargo de estos servicios complementarios y por aumentar los planes de ayuda a las familias. BALEARES Los directores de Infantil apoyan a la ex delegada de EducaciónDIARIO DE IBIZA - R. S. V. – 19-02-10 Piden una respuesta urgente a las «carencias históricas en infraestructuras» La Asociación de Directores de Educación Infantil y Primaria de Ibiza ha hecho pública su preocupación por la dimisión de Margalida Marí como delegada territorial de Educación en las Pitiusas. Los directores aseguran que comparten los motivos que la llevaron a renunciar: «La insuficiente política de infraestructuras educativas de la conselleria balear de Educación en Ibiza». Otros de los motivos que esgrimió Marí y que respaldan los responsables educativos son la imposibilidad de dar respuesta a las necesidades de los centros de la isla, así como la falta de presupuesto y de capacidad de decisión y gestión de la delegación territorial de Ibiza.
Muchas de estas carencias son reivindicadas por la asociación desde su creación en 2006 y ya entonces fueron remitidas a la conselleria sin que hasta la fecha hayan tenido respuesta. La Asociación de Directores de Infantil y Primaria agrupa a los máximos responsables de 25 de los más de 40 colegios existentes en la isla. Este colectivo ha solicitado, «como defensor de la enseñanza pública», que se dé una respuesta urgente «a las carencias históricas en infraestructuras educativas que sufre Ibiza». La presidenta de esta asociación, Margarita Guasch, apuntaba ayer que algunas de estas carencias históricas que se deben resolver con urgencia son la construcción del nuevo centro de Sa Bodega o del de Es Pratet, cuyos alumnos ocupan actualmente las aulas prefabricadas situadas junto al Multicines.
Guasch señalaba ayer que las reivindicaciones de los directores coinciden con las de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (FAPA), con las de los sindicatos y con las exigencias de toda la comunidad educativa ibicenca. Desde su fundación, la asociación de directores de Infantil y Primaria ha pedido que se incrementen las partidas presupuestarias destinadas a Ibiza, demasiado «justas» para atender las necesidades de material (tizas, fotocopias, papel…), que se dote a los centros de más personal administrativo, que se construyan más colegios y se mejoren los existentes.

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